No le pongas límites a tu vida
・lin lu
Les contaré una historia sobre la ganadora del Oscar, Natalie Portman. Cuando tenía 13 años, un conocido director fue a su escuela para seleccionar jóvenes actores. Sus compañeros pensaron que no tenían suficiente talento y se retiraron, pero ella se ofreció a inscribirse. En ese momento, no tenía experiencia en actuación. El mes anterior a la audición, se esforzó mucho para estudiar actuación todos los días. Como resultado, el día de la audición, destacó entre 2000 aspirantes en Nueva York y el director la seleccionó a primera vista.
Tras el estreno de la película, se convirtió en un éxito mundial y sus contratos cinematográficos le llegaron como un rayo. Pero ella pensó que aún era muy joven y que su vida no debía limitarse a la actuación, así que dio un giro y regresó a sus estudios, continuó estudiando en la escuela y solo ocasionalmente corría por el set en su tiempo libre. Inesperadamente, durante la preparatoria, fue preseleccionada para el Premio Intel de Ciencias con un trabajo. En cuanto se graduó de la preparatoria, recibió una invitación de la Universidad de Harvard y se matriculó con éxito. Para la gente común, la doble vertiente de la actuación y la academia sin duda estaría satisfecha. Pero durante los diez años siguientes, continuó desafiándose y superándose a sí misma. Tras graduarse de Harvard, viajó a Oriente Medio para estudiar una nueva disciplina religiosa y se convirtió en profesora en la Universidad de Columbia. Simultáneamente, tras ganar el Premio de la Academia a la Mejor Actriz, se dedicó a la dirección e intentó hacer una película. Al regresar a Harvard para dar su discurso de graduación y repasar su experiencia, dijo: «Solo una mentalidad infinita puede hacer que tu futuro ya no tenga restricciones. Hay muchas personas en la vida que prefieren aferrarse a sus propias costumbres y están acostumbradas a vivir en un entorno familiar. Con el tiempo, solo pueden arruinar su futuro al imponerse límites una y otra vez».
Si alguien quiere llegar más lejos, necesita una mentalidad infinita. Si te estancas y te impones límites, el presente es tu punto final. Elegir desafiar es poner a prueba constantemente tu límite máximo. Cuando te esfuerzas por superar los obstáculos y expandir constantemente tus límites, eventualmente accederás a una vida más emocionante.
El exdirector ejecutivo de Apple, Steve Jobs, dijo una vez: «Durante 33 años, he reflexionado sobre mí mismo casi a diario, y eso me ayudó a superar mis instintos». De niño, solía volar cometas con sus amigos. En una ocasión, por volar una cometa más baja que otros, la arrojó furioso a un rincón al llegar a casa. Su padre le dijo: «Hijo, recuerda que, hagas lo que hagas, debes hacerte dos preguntas: ¿Por qué otros no pueden tener más éxito que yo? ¿Por qué pierdes contra otros?». Las palabras de su padre lo conmovieron profundamente, y desde entonces cambió su mentalidad: ante el fracaso, pasó del autoabandono a la revisión y la reflexión. Independientemente de si el trabajo tiene éxito o no, al terminarlo, primero recuerda el proceso general del evento. En segundo lugar, comienza a preguntarse: ¿qué enfoque es el correcto? ¿Qué detalles son problemáticos? Finalmente, piensa profundamente en la solución al problema, cómo evitarlo o corregirlo. Al enfrentar el fracaso de la vida, plantéate un interrogante, piensa con claridad y responde a las preguntas paso a paso para superar las dificultades. Cuando cultivas una mentalidad de interrogación y te revisas periódicamente, cada error que cometas se convertirá en experiencia y una oportunidad para crecer. Mantener una mentalidad ascendente es un poder increíble que te brinda energía inagotable. No te angusties por el futuro ni te relajes en el presente. Aunque la vida sea compleja y cambiante, podemos afrontarla con calma y alcanzar las metas más altas.
La comunicación es el mejor puente entre las personas.
Una buena comunicación bidireccional puede eliminar diferencias, garantizar la precisión en la transmisión de información, permitir que los miembros del equipo trabajen eficientemente y fortalecer la cohesión de la empresa. Manténgase al tanto de las ideas de los empleados y brinde orientación oportuna para eliminar de raíz los riesgos ocultos. En el intercambio y la confrontación de ideas, en el proceso de compartir y comprender, se puede lograr una situación beneficiosa para la empresa y los empleados.
Entonces, ¿qué es la comunicación?
La comunicación es el proceso de transmitir información, pensamientos y sentimientos entre individuos o grupos y alcanzar un acuerdo común para establecer objetivos. Es el proceso mediante el cual las personas comparten información, pensamientos y emociones, lo cual incluye no solo el lenguaje oral y escrito, sino también el lenguaje corporal, los hábitos y costumbres personales, y el entorno material: todo aquello que da significado a la información. Existe un “embudo de comunicación”. El 100% de lo que piensas se convierte en el 80% cuando lo dices en voz alta; solo el 60% es escuchado por los demás, el 40% es comprendido y solo el 20% es realmente convertido en acciones, lo que completa la forma del embudo. La gestión es comunicación, comunicación y comunicación. Las mejores ideas y las sugerencias más creativas no se pueden materializar sin comunicación. Es evidente que la comunicación es importante para los gerentes. Muchas veces, el problema no es el nivel de capacidad, sino la comunicación. Las investigaciones demuestran que la calidad de un gerente excelente a menudo se refleja en el nivel de comunicación.
Las dos categorías principales de comunicación son la comunicación interpersonal y la comunicación gerencial.
La comunicación interpersonal consiste en aumentar el contenido de información, como conocimientos, pensamientos y lenguaje, en las actividades organizacionales, compartir sentimientos mutuos, eliminar malentendidos y mejorar la comprensión. La comunicación gerencial es una actividad laboral planificada y estandarizada, basada en las responsabilidades y la inteligencia gerencial para alcanzar los objetivos. Estos dos tipos de gestión de la comunicación deben implementar “dos puntos clave, tres pasos y cuatro elementos”. “Dos puntos clave”: prestar atención a la eficacia y centrarse en el propósito. “Tres pasos”: tener objetivos claros y llegar a un acuerdo común. “Cuatro elementos”: la influencia del estatus, las diferencias de personalidad, la presión del tiempo y la representación del entorno.
Entonces, ¿cómo nos comunicamos eficazmente?
Existen dos herramientas importantes para la comunicación: la comunicación verbal (información) y la comunicación corporal (pensamientos y emociones). La comunicación verbal se realiza mediante lenguaje, palabras o símbolos, y se puede dividir en oral y escrita. La comunicación corporal se realiza mediante expresiones faciales, ojos, sonrisas, gestos, etc. British Steed dijo: «Las sonrisas no cuestan nada, pero pueden generar valor». El lenguaje corporal también desempeña un papel fundamental en la gestión. La clave para una comunicación eficaz reside en lograr un intercambio de información bidireccional y una conexión eficaz entre la expresión, la escucha y la retroalimentación.
La comunicación debe dominar primero el principio de la escucha:
Dedique tiempo suficiente, preste atención, no se apresure a juzgar ni a sacar conclusiones, no comente sobre el contenido de la conversación de la otra parte, ofrezca retroalimentación y reacciones adecuadas, y anime a los demás a expresarse. El segundo paso es dominar los cinco pasos de la escucha efectiva: “Prepárese para escuchar – transmita señales de escucha – interactúe mientras escucha – comprenda la información de la otra parte – confirme si la comprensión es correcta”. Utilice las seis habilidades de la escucha efectiva: olvídese de sí mismo (es mejor no usar el “yo” al comunicarse) – formule preguntas apropiadas para que la otra parte se interese en hablar – concéntrese, establezca contacto visual y esté concentrado – no interrumpa aleatoriamente para que la otra parte se interese en hablar – concéntrese y genere interés en hablar – modere las emociones, no grite y use majestuosidad. Al gestionar la comunicación, también debe prestar atención a la escucha: concéntrese, reduzca la influencia de otros factores de interferencia y haga que la otra parte sienta que se le escucha atentamente; exprese comprensión y exprese su comprensión de las opiniones y sentimientos de la otra parte mediante respuestas, preguntas, etc. evitar interrupciones, a menos que sea necesario, no interrumpir el discurso de la otra parte; hacer preguntas más abiertas para guiar a la otra parte a ampliar y elaborar sus puntos de vista en profundidad, y comprender mejor sus ideas y necesidades.
La comunicación es el proceso mediante el cual las personas comparten información, ideas y emociones.
El propósito es que ambas partes establezcan una relación de entendimiento y respuesta mutuos, y esperen aceptarse mutuamente y llegar a un consenso a través del comportamiento y el proceso de comunicación.